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El desastre militar de Monte Arruit
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Aledo
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 El desastre militar de Monte Arruit
El desastre militar de Monte Arruit
A unos 30 km al sur de Melilla se sitúa el Monte Arruit, un nombre que a la mayoría de españoles de hoy no les dice nada, pero que para los de antaño se convirtió en sinónimo de masacre. El 9 de Agosto de 1921 la España de Alfonso XIII se encontraba en plena campaña de conquista de la región marroquí de El Rif. La campaña, mal planificada y peor ejecutada por los altos mandos militares, se saldó con más de 13.000 soldados españoles muertos, en una de las derrotas más traumáticas y humillantes de la historia del país.
El Monte Arruit, otra matanza
El general Navarro fue el encargado de ir al encuentro de los hombres que escapaban de Annual e intentar reorganizarlos. Tras seis días de agotadora marcha, los restos de la columna del general Navarro alcanzaron las murallas de Monte Arruit, donde se refugiaron y prepararon la defensa ante un inminente asalto del ejército rifeño. A pesar de estar a tan sólo 30 Km. de distancia del fuerte de Melilla, el Monte Arruit estaba totalmente aislado de ayuda española, enteramente abandonado a su suerte.
Con la moral por los suelos, atendiendo a centenares de heridos y sin agua ni víveres, los defensores de Monte Arruit dependían enteramente de los suministros que pudieran lanzarles desde aviones provenientes de Melilla, pero los envíos casi siempre caían fuera del alcance de los españoles.
El Monte Arruit fue sitiado por los rifeños, y Navarro tuvo constancia de que ningún ejército iría a socorrerles. El nueve de Agosto la situación era tan insostenible que Navarro pactó la capitulación del fuerte: los españoles entregarían su armamento y a cambio se les permitiría retirarse a Melilla. Así se hizo, los soldados se deshicieron de todas sus armas y se alinearon en la puerta del fuerte junto con heridos y demás habitantes de Monte Arruit, preparados para la penosa marcha hacia Melilla.
Sin embargo, los rifeños no respectaron el pacto y se lanzaron furiosamente contra sus enemigos desarmados; apenas hicieron prisioneros, y sobre los restos del campamento quedaron más de 3.000 cadáveres, pudriéndose al sol. Allí permanecerían durante meses, hasta que la zona fue de nuevo recuperada por el ejército español, esta vez aliado con el francés para acabar con la dura resistencia bereber.
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2012 05 28, 9:06 |
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javier
Registrado: 2011 10 30, 1:21 Mensajes: 2057
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 Re: El desastre militar del Monte Arruit
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2012 08 06, 2:45 |
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Aledo
Registrado: 2011 10 30, 1:14 Mensajes: 1630
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 Re: El desastre militar del Monte Arruit
LA FOTOGRAFÍA
Murió sujetando con fuerza una vieja fotografía. Así le encontraron cuando meses después apareció su cadáver descompuesto. Aquel recuerdo que se negaba a soltar fue el último hilo que le unió a su vida anterior. Tenía tan solo veintiún años y toda una vida por delante. Era uno de los soldaditos españoles que murieron en Monte Arruit, uno más de ellos, y parecía condenado a formar parte del ejército de desaparecidos. Sin embargo aquel retrato al que se aferraba le concedió la fortuna de poder ser reconocido y pasó de ser un esqueleto a bordo de aquellos camiones de la comandancia de Ingenieros a tener nombre y una familia que le añoraba y a la que nunca más volvería a ver. Cuando se recuperó Arruit y se llevaron a cabo las labores de enterramiento pudieron liberar aquel vestigio de su vida anterior. En la fotografía aparecían una mujer y un niño menor de un año. En el reverso decía: “A mi querido Francisco, para que siempre que mires esto te acuerdes de quien mucho te quiere, 07-02-1921”. Los miembros de los equipos de desinfección que le pudieron arrebatar el preciado recuerdo lo entregaron al capellán Agustín Cartón Revuelta (28-08-1896. Capellán 3º 22-11-1922). El páter resolvió entregar la fotografía al enviado de ABC con la esperanza de que la pudieran publicar y la familia reconociera al finado. Francisco pasó junto a sus compañeros a una de las fosas comunes y el retrato fue publicado a mediados de noviembre por el rotativo madrileño. Pasaban los días y nadie reclamaba la instantánea, parecía que al igual que el dueño sería condenada al olvido. Sin embargo el 6 de diciembre una mujer se dirigió a la capitanía general de Barcelona y en el cuerpo de guardia mostró un ejemplar del periódico afirmando ser ella junto a su hijo quien posaba en aquella página. El oficial de guardia lo comunicó a sus superiores que se debieron conmover y se pusieron en contacto con la redacción del ABC.
Finalmente se supo que se trataba del soldado Francisco Carrera Roig, natural de Barcelona y casado con Natividad Miralles Ruiz con domicilio en la Avenida Meridiana de la capital Condal. Aquella mujer no sabía ni tenía constancia oficial de la muerte de su marido. Imaginemos la conmoción que le debió causar ver su fotografía publicada. Aquel pequeño quedó huérfano y no pudo vivir una vida junto a su progenitor que murió en la flor de la vida. Ignoro si finalmente el capellán Cartón pudo hacer llegar aquel pedazo de Francisco a su familia. Lo que sí se sabe es que Torcuato Luca de Tena, director de ABC, sabiendo que aquella mujer pasaba penurias económicas entregó cien pesetas al capitán general de Cataluña para que las hiciera llegar a la viuda de Francisco. No fue esta la única fotografía que encontraron las columnas españolas al reconquistar las posiciones. En el mismo escenario el sargento del 1º de Zapadores Ramón Bonet encontró otra en la que una pequeña de pocos meses le mandaba cariñosos saludos a su padre. Firmaba Ramona Gloria y no he podido encontrar testimonios acerca de que se hubiera podido dar buen fin a las pesquisas del sargento Bonet.
Otras muchas instantáneas y cartas aparecieron en Drius, Ben Tieb y allí donde hubo posiciones españolas. No formaban parte del afán de pillaje y se ajaron al sol sin que nadie las pudiera hacer llegar a sus dueños. En sus crónicas desde Melilla el corresponsal del Noticiero Universal Vila San Juan publicó una carta encontrada entre el ropaje de un soldado muerto. Decía así: " Es imposible dormir un solo día. Dicen que los moros dan sorpresas y que pasan a cuchillo a cuantos duermen. No sabes lo que se sufre aquí, estoy mucho más delgado apenas como, y por las noches me tumbo abrazado al fusil, despertandome mil veces, porque oigo ruidos extraños alrededor de mi tienda de campaña. Yo creo que he sentido una noche el frio de una gumía rozando mi cuello. Me desperté castañeando los dientes. Esto no es para mi. Yo sirvo muy bien para vender calcetines en casa, pero para esto no. Más vale que que dejen a los moros en paz de una vez, y que nos vayamos a casa".
En este caso y otros muchos no se pudo relacionar la carta con el autor. Pero en otras ocasiones no fue así y la postrera despedida pudo llegar hasta las familias. Tras la reconquista de Arruit y entre los restos de la posición se encontró un texto casi ilegible que le fue entregado al mediático Padre Revilla. La había escrito el soldado de Ceriñola Gabriel Sainz García, cartero de su compañía, y dirigida a su padre Emeterio Sainz Martínez. En ella se refleja el sentimiento de abandono que sintieron aquellos pobres soldados tras días de asedio, sin beber ni comer y sometidos al cruel castigo de la artillería y el calor asfixiante. Asumían su destino y lo afrontaban aunque en las últimas líneas se refleja la impotencia de verse abandonados a su suerte sin que desde Melilla se hiciera nada para socorrerlos. “Padre, reciba el último beso que le dedica este hijo que no le olvida ni un momento hasta que le quede el último suspiro de vida… Llevamos ocho días de fuego en los que hemos sufrido infinidad de bajas. De nuestra compañía han muerto de cuatro partes las tres y media, y yo he tenido la suerte de haber salvado… Si en alguna cosa le he hecho pasar algún disgusto, me perdone; es lo último que le pide su hijo. Su hijo le dedica el último abrazo.
VIVA ESPAÑA, AUNQUE MUERO POR ELLA SIN DARNOS DEFENSA.
La larga y cruel agonía a la que fueron sometidos los defensores de Arruit resulta difícil de digerir. Siempre ha sido uno de los episodios que más me han conmovido del desastre. Días y días de sufrimiento para acabar siendo aniquilados sin compasión. No es extraño que otra de las cartas que apareció uno de aquellos pobres martirizados hombres pidiera:
“Aquí muero yo y muchos hermanos míos defendiendo a la patria, así que hermanos míos, vengar nuestra muerte…”
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2012 08 11, 8:30 |
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Aledo
Registrado: 2011 10 30, 1:14 Mensajes: 1630
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 Re: El desastre militar del Monte Arruit
GENERAL D. FELIPE NAVARRO Y CEBALLOS-ESCALERA, BARÓN DE CASA DEVALILLOS (1862 - 1936)
Segundo Jefe de la Comandancia General de Melilla, fue el artífice de la retirada hacia Monte Arruit y posterior rendición de las tropas españolas el 9 de agosto de 1921. Nació el 21 de julio de 1862 e ingresó como alumno en la Academia de Caballería el 1 de septiembre de 1877, siendo promovido al empleo de alférez en julio de 1880. Fue destinado al Regimiento de Pavía hasta agosto de 1882, en que fue nombrado ayudante de campo del Ministro de la Guerra con 20 años y dos años de servicio en filas. En octubre de 1883 se le destinó a las órdenes directas del Capitán General de Ejército D. Arsenio Martínez de Campos, del que se nombró ayudante de campo en 1885. En septiembre de 1888 se le destinó al Regimiento de la Reina, y en noviembre ascendió al empleo de Teniente con 26 años. Continuó en el regimiento hasta diciembre de 1890, en que pasa de nuevo al Regimiento de Pavía. Posteriormente ejerció el cargo de ayudante de campo de los Generales de División D. Federico Ochando y D. Bernardo Echaluce. En diciembre de 1892 volvió a destinársele al Regimiento de la Reina. En septiembre de 1893 fue nombrado alumno de la Escuela Superior de Guerra, pero en el mes de noviembre fue destinado al Ejército de Operaciones de Africa, que mandaba el Capitán General D. Arsenio Martínez Campos, de nuevo como ayudante de campo suyo. Participó en las operaciones de Melilla hasta marzo de 1894, y recibió una Cruz Blanca al Mérito Militar de Primera Clase. A finales de ese mes se incorporó a la Escuela Superior de Guerra.
En abril de 1895 interrumpió sus estudios para incorporarse al Ejército de Operaciones de Cuba como ayudante de campo del General en Jefe. Obtuvo una Cruz Roja al Mérito Militar de Primera Clase por su actuación en las operaciones sobre Mayari Arriba y por el combate del 3 de junio de 1895 librado en Seboruco. El 7 de enero de 1896 participó en el combate del ingenio de San Dimas, obteniendo por ello la Cruz de María Cristina de Primera Clase. Regresó a la península a finales de ese mes como ayudante de campo del general D. Joaquín Ceballos-Escalera y proseguió sus estudios en la Escuela Superior de Guerra. En marzo de 1896 ascendió a capitán por antigüedad, con 34 años. Finalizó sus estudios de Estado Mayor en octubre.
En enero de 1897 embarcó para Filipinas, donde permaneció hasta marzo de 1898 en que regresó a España. Durante su estancia en las islas se distinguió en combate en varias ocasiones, siendo condecorado por ello: Cruz Roja pensionada al Mérito Militar de Primera Clase por los combates del 3 y 4 de mayo en el barranco de Limbong y en el pueblo de Indang; ascenso a comandante por la toma del pueblo de Maragondon el 11 de mayo; Cruz Roja pensionada al Mérito Militar de Segunda Clase por el combate del 30 de mayo en Talisay, en el que resultó herido; Cruz de María Cristina de Segunda Clase por el combate de Minuján del 9 de diciembre; Mención Honorífica por haber cooperado en la sumisión y entrega de armas de diversas partidas rebeldes. A su regreso a la península, obtuvo diversos destinos en el Regimiento de Cazadores de Lusitania (1898), Escuela Militar de Equitación (1902) y Regimiento de Pavía (1906). Ascendió a Teniente Coronel por antiguedad en 1908, con 46 años. Entre noviembre y diciembre de 1909 se le destinó al Cuartel General de Ejército de Operaciones de Melilla, y asistió el 26 de noviembre a la toma de Sebt, Eulad-Daud y Atlaten. En agosto de 1913 fue ascendido por antigüedad a Coronel, con 51 años.
Desde 1906 había estado destinado en las cercanías de la Casa Real: en 1906, durante la boda de S.M. El Rey Alfonso XIII, estuvo a las órdenes de SS.AA.RR. los Príncipes D. Jenaro, D. Raniero y D. Felipe de Borbón; Ayudante de Órdenes del Rey en octubre de 1907; Comisión de Servicio ante S.A.I. el Gran Duque Boris de Rusia en 1908 durante su visita a España; lo mismo en 1909 ante S.A.R. el P´rincipe Rupprecht de Baviera; y acompañó a la Familia Real en sus viajes por España y Francia. Consumado jinete, formó parte del jurado de los Concursos Hípicos Internacionales celebrados en Bruselas en 1905 y en Lisboa en 1909. En mayo de 1914 fué destinado como Jefe de Caballería de la Comandancia Militar de Larache. Obtuvo una Cruz Roja al Mérito Militar de Tercera Clase por los combates del 2 de agosto que se libraron en Sidi-bu-Haya y hayera Tuila; y una Cruz de María Cristina de Segunda Clase por el combate de R´gaia del 18 de noviembre. En octubre de 1916 fue ascendido a General de Brigada, con 54 años. Obtuvo el mando de la Tercera Brigada de Caballería hasta agosto de 1918, fecha en la que fue destinado a la Cría Caballar y Remonta. En agosto de 1919 fue nombrado Segundo Jefe de la Comandancia General de Ceuta, a las órdenes del general Silvestre. El 20 de octubre de 1920 fue destinado como Segundo Jefe de la Comandancia Militar de Melilla, por haber ascendido su predecesor, el general Monteverde, a General de División. Estaba muy vinculado al general Silvestre, por ser ambos del mismo arma, haber compartido la campaña de Cuba y haber coincidido en Larache y Ceuta. Por razón de su cargo en Melilla fué el Presidente de la Junta de Arbitrios de la ciudad, lo que significaba a efectos prácticos que era el alcalde de Melilla. Esta función le consumía la mayor parte de su tiempo, en un tiempo en que la ciudad iba creciendo a ritmo acelerado. Aunque el general Navarro participó en todas las acciones militares de importancia, el general Silvestre no le hacía partícipe de la información ni del curso de los aconcemientos políticos y militares. Tras la muerte del general Silvestre, se hizo cargo de la retirada de las desorganizadas y desmoralizadas tropas españolas hasta Monte Arruit, donde resistió los ataques rifeños hasta el 9 de agosto de 1921, en que rindió la posición. Tenía 59 años. Permaneció prisionero en Axdir hasta el 27 de enero de 1923. Durante su cautiverio sufrió mumerosas vejaciones por parte de sus captores, pero el general Navarro se portó muy dignamente en todo momento, exponiendo su vida muchas veces con reclamaciones en defensa de sus hombres. Su actitud fue reconocida por sus subordinados presos como él. Tras su liberación el general Navarro fue sometido un Consejo de Guerra y se enfrentó graves acusaciones por parte del fiscal. No obstante, la defensa que hizo el Auditor de Brigada del Cuerpo Jurídico Militar D. Luis Rodríguez de Viguri fue tan aplastante que el el fiscal retiró los cargos al dia siguiente de la vista, que se celebró el 23 de junio de 1924. Absuelto de los cargos, Navarro fue ascendido a General de División en julio, con 62 años. El 27 de septiembre fue nombrado Comandante General de Ceuta, donde dirigió varios combates. En diciembre dirigió el repliegue de las tropas españolas desde el Zoco de Arbaá a Ben-Karrik, pasando por Tarranes y Karikera. El 26 de noviembre de 1925 fue nombrado ayudante de campo de SM. El Rey. Fue ascendido a Teniente General el 31 de agosto de 1926, con 64 años. Entre 1929 y 1931 fue Capitán General de la I Región Militar (Madrid). El gobierno de la República decretó su pase a la reserva; tenía 69 años. A finales de julio de 1936 fue detenido en Madrid por los milicianos del Frente Popular y llevado a la Cárcel Modelo. El 23 de agosto la cárcel se incendió y el general Navarro pudo escapar. Se dirigió a su domicilio, pero allí fue detenido el mismo día. Fué llevado detenido a Paracuellos de Jarama junto con su hijo, el capitán D. Carlos Navarro Morenés. Ambos fueron fusilados junto con sus compañeros de prisión en uno de los amaneceres del 7 u 8 de noviembre de 1936. La muerte le encontró con 74 años, tras haber sobrevivido a 10 combates, un asedio y un cautiverio de año y medio.
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2012 08 11, 8:34 |
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Aledo
Registrado: 2011 10 30, 1:14 Mensajes: 1630
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 Re: El desastre militar del Monte Arruit
CAMPAÑA DEL RIF DE 1921-MONTE ARRUIT CAPITANES MUERTOS O DESAPARECIDOS EN LOS SUCESOS DE JULIO DE 1921.
D.Julián Triana Blasco.-Desapareció el 9 de agosto en la evacuación de Arruit;durante la defensa de esta posición tomó el mando de los 50 hombres que del Regimiento quedaban,ocupando la puerta principal con una ametralladora distinguiéndose notoriamente en cuantas misiones le fueron encomendadas por el mando en el asedio de dicha posición.
D.Jacinto Fraile Rodríguez.-murió el 28 de julio yendo al frente del primer convoy que constituido por fuerzas exclusivamente del Regimiento salió de Zeluan para abastecer el Aeródromo,presentándose voluntario para este servicio el Capitán Jefe de dicha Alcazába.D.Ricardo Carrasco;se distinguió extraordinariamente en las cargas dadas al frente de su escuadrón,al paso del rio Igan.
D.Mauro Fernández Tejedo.-Desapareció el 3 de agosto en la evacuación de Zeluán.Esta Oficial merece especial mención por las circunstancias de encontrarse en málaga el día 20 de paso para la peninsula en uso de permiso concedido para trasladar a su familia a esta plaza,y tan pronto tuvo conocimiento por la prensa de la caida de igueriben,regresó de Málaga el 22 y el 23 se incorporó a Zeluán,de donde ya no le fué posible pasar.
D.Arturo Ballenilla Espinal.-Desapareció el 3 de agosto,como el anterior,en la evacuación de Zeluán,mandaba el primer Escuadrón.
D.Ramón Arce e Iradier.-Desapareció el 22 de julio de Annual,donde se encontraba con el Coronel Manella,por ser Ayudante del Regimiento y voluntariamente a sus inmediatas órdenes,no obstante haberle dicho el Coronel que no necesitaba sus servicios en dicha posición,puesto que no había fuerza alguna del Regimiento en ella.
D.josé del Castillo Ochoa.-Fué herido muy grave el 23 de julio,en las cargas del rio Igan,desempeñando el cargo accidental de primer ayudante,muriendo el 23 en esta plaza.Estaba destinado y pasaportado pàra incorporarse con urgencia al Grupo Regulares nº 4 en Larache,no obstante lo cual,llevado de su elevado espíritu,marchó en la mañana del 23 en unión de los Comandantes Zaragoza y Berrocoso a Drius para despedirse en tan críticas circunstancias de sus compañeros;y sorprendiéndole la evacuación en esta posición,se negó a regresar a la plaza,pidiendo puesto al Teniente Coronel Primo de Rivera en los Escuadrones..
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2012 08 21, 5:39 |
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javier
Registrado: 2011 10 30, 1:21 Mensajes: 2057
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 Re: El desastre militar del Monte Arruit
Juana: La heroina de Monte Arruit
Juana Martínez López
Esta mujer, que debió de nacer entre 1871 y 1881 ya que en las noticias de la época, se le hacían entre los 40 y 50 años, nacida en Yendón (**), en la provincia de Granada, estuvo casada con Bernardino Vizcaíno Sánchez. De tamaño mediano y complexión gruesa, era madre de cuatro o cinco hijos, de los cuales, no más se conoce el nombre de uno de ellos, Salvador, que fue el que junto a su madre, se quedó en Batel donde ella, regentaba una cantina ambulante en la cual, se suministraban víveres y bebidas a los soldados españoles allí destacados. De El Batel, marchó con las tropas a Monte Arruit, donde soportó con bravura sin igual, el asedio de los rifeños para posteriormente, caer cautiva. Fue liberada en las cercanías de Nador y de allí, marchó a Melilla.
Por su comportamiento y méritos obtenidos durante aquellos calurosos días del verano de 1921, el gobierno español, la condecoró con dos Cruces al Mérito Militar. Una vez fue recuperado en parte el territorio perdido, marchó con el Ejército a Monte Arruit, donde en las proximidades de la estación del ferrocarril, estableció una nueva cantina la cual regentó hasta su muerte el 14 de octubre de 1929 a consecuencia de una rápida pulmonía. Recibió cristiana sepultura en el Cementerio de la Purísima Concepción en Melilla a la mañana siguiente. Juana Martínez, ya había destacado con anterioridad a los sucesos de Monte Arruit, ya que con ocasión de haber cuidado a un soldado que falleció de “repugnante enfermedad” hasta su último momento, incluso, lo amortajó. El general D. Manuel Fernández Silvestre, enterado de tan encomiable acción, hizo formar a la tropa y enalteció la labor de la cantinera Juana, solicitando para ella, la Cruz de Beneficencia.
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2012 09 21, 7:48 |
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romeroalicante
Registrado: 2012 10 28, 9:37 Mensajes: 8
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 Re: El desastre militar del Monte Arruit
Descansen en paz nuestros gloriosos soldados||||||||
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2012 11 11, 11:52 |
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JesusC72
Registrado: 2012 09 05, 2:32 Mensajes: 12
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 Estudio sobre la muerte del artillero Pedro González Cabot
Estudio sobre la muerte del artillero Pedro González Cabot, por Jesús Castillo Vidal
Presentación del trabajo “La muerte del artillero Pedro González Cabot en los campos de Melilla durante la guerra de 1921″. Presentamos el maravilloso trabajo realizado por el documentalista Jesús Castillo Vidal sobre los trágicos acontecimientos sucedidos en verano de 1921 en lo que se conoció como “Desastre de Annual”, centrando sus investigaciones en la figura de nuestro paisano Pedro González Cabot.
El Artillero Cabot, como pasó a conocerse desde entonces, es hoy uno de nuestros ilustres santistebeños, el más anónimo por su condición humilde, pero el más heroico, altruista y filántropo, que aún estando mal herido, recogió de entre los brazos de una madre muerta en las cunetas de las baldías tierras rifeñas a un pequeño sediento, llevándolo consigo hasta Monte Arruit. Y bajo el sol inclemente del frente de batalla, con escasísimas provisiones de agua y víveres intentó Pedro proteger la vida de este niño hasta el final, hasta que ambos encontraron una trágica muerte, junto a otros miles de soldados que tras rendirse fueron acribillados por los rifeños.
Los cadáveres de ambos fueron encontrados meses después, momificados por el sol, “enlazados y con las caras juntas, como besándose” en mitad de la explanada de Monte Arruit.
Jesús realiza un repaso por los distintos archivos y hemerotecas en un trabajo difícil, buscando la mínima pista en cualquier artículo, informe o relato sobre la figura de Pedro González, y recopila todo lo que sobre él se dice para intentar reconstruir lo que fue una trágica historia llena de ternura y humanidad.
Le agradecemos infinitamente que ponga a nuestra disposición tan magnífico documento que refrenda y completa todo lo que hasta ahora se ha dicho sobre nuestro paisano Pedro González Cabot. Desde luego, la mejor forma de agradecer a Jesús su trabajo es publicándolo para que se cumpla su propósito fundamental: difundir esta “estremecedora y humanitaria historia” como homenaje a este santistebeño, homenaje que podemos hacer extensible a otros tantos anónimos que por su humilde condición no se libraron de un cruel destino a merced de los codiciosos e incompetentes de turno que dirigieron el episodio más trágico del ejército español. Y ojala algún día esta publicación, ampliada con nuevos datos si es posible, pueda ver la luz como trabajo de imprenta, pues merece ser difundida por todos los medios posibles. Fuente......http://www.santisteban.eu/2012/09/30/es ... ero-cabot/
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2013 01 07, 3:16 |
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JesusC72
Registrado: 2012 09 05, 2:32 Mensajes: 12
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 Re: El desastre militar del Monte Arruit
Hola: a colacion de este tema del artillero Cabot, quiero pediros ayuda sobre un tema. Hasta ahora, tengo la impresion de que el artillero Pedro Gonzalez Cabot fue enterrado sin identificar, y que fue identificado a posteriori por algun testigo que lo tuvo que conocer en Monte Arruit y lo recordo por haberlo visto con el niño.
Mi pregunta es: una vez que se encontro el cadaver seria posible que hubiera algo que lo identificara como soldado de artilleria? Esto me resulta un dato muy importante y me gustaria saber si el uniforme o cualquier otra cosa que pudiera llevar el cadaver lo identificara como tal.
Muchas gracias por todo.
Un saludo
Jesus
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2013 01 07, 3:28 |
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Aledo
Registrado: 2011 10 30, 1:14 Mensajes: 1630
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 Re: El desastre militar del Monte Arruit
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2013 01 24, 6:56 |
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Aledo
Registrado: 2011 10 30, 1:14 Mensajes: 1630
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 Re: El desastre militar del Monte Arruit
MONTE ARRUIT
El día 28 de julio de 1921, el general Navarro recibe por heliógrafo la orden del alto Comisario general Berenguer para que se retire con los restos de su columna hacia el enclave de Monte Arruit (posteriormente Berenguer negará haber dado esa orden). De esta forma Navarro abandona su posición de Tistutin para dirigirse hacia esa fortificación española cercana a Melilla. El viaje es complicado ya que las tropas hispanas son continuamente atacadas, en especial su retaguardia, por los rifeños (se calcula que las bajas fueron de 1/3 parte de los efectivos que componían la columna). Las tropas de la Policía Indígena, que hasta ese momento se había mantenido fieles, se pasan al enemigo y atacan a los españoles. Muchos oficiales se quitan sus uniformes para hacerse pasar por simples soldados por el miedo a ser apresados y posteriormente torturados por los moros, otros que conservan todavía sus monturas abandonan a los soldados a sus suerte y escapan hacia Melilla. La marcha hacia Monte Arruit se convierte en una auténtica desbandada.
Cuando la columna llega al poblado de Monte Arruit otros grupos de rebeldes rifeños la están esperando escondidos entre las diferentes casas, el fuego enemigo se intensifica y los pocos soldados españoles que aun conservan las armas responden como pueden tratando de cubrir la retaguardia. Finalmente los restos de la columna consigue entrar en el fuerte de Monte Arruit.
El 29 de julio de 1921 de los 1400 hombres que componían la columna, entran en Monte Arruit 900, muchos de ellos heridos y la mayoría desarmados. La suma de la guarnición y de los sobrevivientes que han llegado hasta ella es de 3.017 hombres, el recinto que ocupan es de 500 metros de perímetro, unos 10.000 metros cuadrados.
Los víveres para alimentar a estos hombres se reduce a 10 sacos de garbanzos, 16 de judías, 23 de arroz, 109 litros de aceite y algo de café y azúcar. El recuento de las armas y municiones es todavía peor y en cuanto a los servicios médicos, son inexistentes.
El general Navarro, que ha conseguido llegar vivo hasta el fortín, junto con un grupo de jefes y oficiales que no han abandonado a sus soldados ordena que se organice la defensa y a los hombres que estén útiles para el servicio. El perímetro se divide por sectores correspondiéndole a cada uno una fuerza que trate de defenderlo en caso de ataque rifeño.
Las fuerzas de Abd-el-Krim tratan de utilizar las piezas de artillería que los españoles abandonaron antes de entrar en la fortificación. Afortunadamente por la defectuosa graduación de las espoletas, las granadas no llegaron a estallar. Sin embargo, ante posibles eventualidades se ordena que los soldados caben zanjas para tratar de protegerse ante los posibles disparos de artillería enemiga. Pronto los rifeños son capaces de graduar correctamente las espoletas y utilizar los antiguos cañones españoles contra Monte Arruit.
Se trata de salir del fortín con la intención de llegar a un pozo cercano para hacer una aguada, el calor es sofocante y la guarnición carece de cualquier tipo de liquido. A nadie se le ha ocurrido construir en una edificación militar un simple pozo o unos depósitos para almacenar el agua (cosas de la demostrada y contrastada planificación española). La operación resulta un éxito pero un soldado español cae en el interior del pozo donde morirá ahogado, inutilizándolo para futuras aguadas.
En Melilla mientras tanto, se conoce la situación de Monte Arruit pero apenas se tienen medios para poder socorrerla. Bueno, realmente apenas hay medios para defender la propia ciudad. Se decide, en una acción desesperada, mandar unos aeroplanos que transporten hielo y que lo dejen caer, con la esperanza que alguna barra haga blanco dentro del fortín. El problema consiste en que los aviones tienen que volar a gran altura y no consiguen acercar sus cargas a la fortificación.
Posteriores intentos de aguada son una vez y otra abortados por el tupido fuego rifeño, fuego que se ve incrementado por el continuo cañoneo hacia el fuerte hispano. Como nos refieren Fernández de Reguera y Susana March en su libro sobre el desastre de Annual: "Los moros disparaban. Los llamaban también. Les ofrecían agua, alimentos, salvación... Los soldados escuchaban. Oían a aquel embriagador canto de sirena. Y algunos saltaban el parapeto. Corrían como locos, para caer acribillados por el fuego enemigo y por los disparos de sus propios compañeros, obligados a tirar"
Dos días después el cerco continua, se sucede el continuo cañoneo hacia la fortaleza. El heliógrafo de Monte Arruit se dirige hacia Nador, hacia Zeluán sigue pidiendo desesperadamente auxilio. Finalmente, el Alto Comisario, general Berenguer, ante el cariz que está tomando la situación, autoriza al general Navarro para que parlamente con los rifeños y busque una salida honrosa, sin embargo la comunicación se interrumpe y los sitiados no reciben el mensaje.
Salen de nuevo los aviones desde Melilla, en esta ocasión lanzan medicinas, hielo y munición sobre Monte Arruit. La carga cae más cercana y posibilita que los españoles salgan y recuperen parte de la misma, aunque resulta claramente insuficiente.
El día 2 de agosto los rifeños atacan directamente, casi de una manera suicida, la puerta principal del fortín, tratan de tomar la posición porque temen que puedan llegar refuerzos que salven a los españoles de su encierro, los rifeños son rechazados teniendo serias bajas en sus filas. Los moros median una tregua para retirar sus cadáveres, los españoles aceptan la petición.
Un día después se manda un nuevo permiso por parte del general Berenguer a Navarro para que se negocie la rendición de la plaza, sin embargo el mensaje no llega a la fortificación y la posibilidad de ir a auxiliarla es nula. Los aeroplanos que sobrevuelan el puesto notifican que no se ven señales de vida en el acuartelamiento.
Sin embargo un día después, el 4, el heliógrafo de Monte Arruit es visible desde Melilla. El mensaje es claro: "¿Nos enviaran una columna de socorro?"
Nador no es más que una pura columna de humo. En Zeluán los últimos 400 supervivientes negocian la rendición de la plaza con los moros. Entregan el armamento a los rifeños después de inutilizarlo. Reciben las garantías de que sus vidas serán respetadas y que se les permitirá partir sin atacarles. Se les permite salir y alejarse unos cientos de metros para después cazarlos y rematarlos, solamente dos soldados entre cuatrocientos lograrán salvar la vida.
El día 6 de agosto el general Berenguer anunció el envío de emisarios para que se negocie una salida honrosa y que la capitulación de Monte Arruit se hiciera en buenas condiciones, para ello el Alto Comisario contaba con el apoyo de algunos jefes tribales considerados "amigos" que podían mediar con Abd-el-Krim para buscar una salida digna de las tropas españolas. En esta ocasión el mensaje llegó hasta el fortín.
El día 7 de agosto el general Navarro mandaba a Melilla el siguiente mensaje: "Policía y chusma que me rodea ha querido varias veces negociar entrega campamento y, como carecía garantías, me he negado y ha vuelto el cañoneo". Asimismo Navarro pedía al mando que buscara unos negociadores de confianza que hablaran con él personalmente.
Un día más tarde el general Berenguer comunicaba a Monte Arruit: "Si no han llegado emisarios le autorizo con tratar con enemigo que le rodea, a base de entrega de armas, pues mi principal deseo, una vez extremada la defensa al punto que lo han hecho, es salvar la vida de esos héroes, en los que tiene puesta la vista España entera, que los admira."
Un emisario, el comandante Villar, salió con bandera blanca a parlamentar con los rifeños. El militar español se alejó con algunos cabecillas moros y desapareció de la vista del fortín. Al día siguiente Villar envió una misiva en la que daba seguridades sobre la buena marcha de las negociaciones.
El 9 de agosto la situación parecía que estaba a punto de concluir. Un grupo de jefes tribales de importancia entre los que se contaba Ben-Chel-al (considerado un cabecilla moderado), y posiblemente llegados la noche anterior, se dirigían hacia la fortaleza para parlamentar con el general Navarro, pocos minutos después el militar español salió a negociar la entrega del campamento, entrega que se concretó con unas condiciones mínimas: los españoles no serían hostilizados en su salida, se facilitaría transporte a los heridos y los más graves quedarían custodiados por una guardia de 50 hombres, se entregarían las armas exceptuando las pistolas de los oficiales.
Pocos minutos después Navarro ordenaba que la tropa formara y se preparara para entregar el armamento. Los heridos fueron graves fueron colocados en camillas, los soldados comenzaron a entregar las armas y a salir del campamento.
Entonces ocurrió lo inesperado, mientras que las fuerzas de la guarnición de Monte Arruit seguían entregando las armas y salían en columna del campamento, un gran número de moros armados asaltaron el fortín por diferentes lugares y comenzaron a disparar contra los soldados españoles que aun permanecían dentro de él. Los soldados que aun no habían entregado los fusiles se defendieron hasta acabar con la munición. La cabeza de la columna continuaba mientras tanto su marcha aunque los soldados se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo.
Retomamos la descripción que Fernández de la Reguera y Susana March hacen en su libro sobre el desastre de Annual: "Ahora se hallaban a cincuenta metros de la posición. ¡Cómo latirían los corazones de aquellos hombres que se alejaban camino de la libertad! Cincuenta metros... Se incorporaron de repente dos filas de moros que permanecían escondidos a la espera y empezaron a fusilar a los hombres de la columna desde todos los sitios. Los soldados se dispersaron huyendo locos de terror. Iban cazándolos a tiros o los apuñalaban. Surgieron centenares de moros que mataban y mataban, ensangrentándose las manos, las chilabas y las armas. [...] El día de la rendición había en Monte Arruit más de dos millares de supervivientes. Allí estaban ahora, todos muertos. Los cadáveres cubrían las laderas. Y la sangre empapaba la trágica colina"
Mientras tanto el general Navarro y sus oficiales acompañantes al contemplar lo que estaba ocurriendo protestaron enérgicamente ante los cabecillas rifeños, de poco sirvieron sus quejas, pues él mismo y sus hombres se encontraban prisioneros de los moros.
Geoffrey Regan hace unas consideraciones más que interesantes en su libro "Historia de la incompetencia militar" que paso a referir seguidamente: "Monte Arruit estaba a menos de 30 kilómetros de distancia de Melilla, pero pese a esto no hicieron ningún intento de socorrerlo. De hecho la guarnición de Melilla contaba con unos 1.600 hombres, la mayoría de ellos soldados conscriptos con escasa formación militar. Abd-el-Krim sabía que podía haber tomado también Melilla, privando así a España de la única base que le quedaba en el noreste de Marruecos. De haberlo hecho, no está nada claro que los españoles hubiesen podido recuperar la ciudad y restablecer su posición en el Rif. Pero los hombres de Krim no eran soldados profesionales; habían disfrutado con la victoria y con el botín, pero estaban cansados y deseaban volver a s us hogares. No faltaba mucho para la cosecha y eso era bastante más importante para aquellos hombres rurales que matar a unos cuantos españoles más"
Cuando Monte Arruit sea reconquistado por las tropas hispanas un mes después el macabro espectáculo que ofrecían los cuerpos de los prisioneros españoles torturados hasta la muerte era tan brutal que un oficial y un sargento que participaron en la reconquista se volvieron locos. Francisco Franco comandando el tercio fue uno de los que participó en la reconquista de Monte Arruit, en su libro "Diario de una Bandera" el futuro dictador lo relata de esta forma: "Rebasado Monte Arruit detenemos nuestra marcha y concentrada la columna nos dirigimos al poblado. Renuncio a describir el horrendo cuadro que se presenta a nuestra vista. La mayoría de los cadáveres han sido profanados o bárbaramente mutilados. Los hermanos de la Doctrina Cristiana recogen en parihuelas los momificados y esqueléticos cuerpos y en camiones son trasladados a la enorme fosa. Algunos cadáveres parecen ser identificados, pero solo el deseo de los deudos acepta muchas veces el piadoso engaño, ¡es tan difícil identificar estos cuerpos desnudos, con las cabezas machacadas!" El historiador Marvin Donovan escribe: "Nadie de los que allí llegaron [se refiere a la columna que debía de reconquistar la posición] podía sospechar lo que ahora se abría ante sus ojos. Los soldados españoles temblaban y lloraban al mirar a su camaradas muertos, incluso algunos sufrieron mareos y vómitos al contemplar lo que los rifeños habían dejado de sus amigos."
Meses después se iniciarán las negociaciones para liberar a los prisioneros españoles que quedaron en poder de Abd-el-Krim. El cabecilla rifeño pide cuatro millones de pesetas y que los prisioneros moros sean liberados. Tras 18 largos meses de vergonzosas negociaciones (por no decir regateos) los prisioneros son puestos en libertad, el pago del rescate es de 3.200.000 pesetas y 40 cautivos rifeños son excarcelados. Los soldados españoles una vez libres regresan a la península en el buque Antonio López.
Abd-el-Krim tiene las arcas llenas, hasta se permite solicitar a Rusia un técnico artillero para que enseñe a sus hombre a perfeccionar el manejo de los cañones Schneider de 95 y 105 mm capturados a los españoles. En Checoslovaquia, Francia y Reino Unido compra el más moderno material bélico de la época. Hacia mitad de 1924 era dueño de todo el Marruecos Español excepto Melilla, Larache, Ceuta, Xauen y Tetuán.
" Mi padre era un hombre ilustrado y progresista que comprendió la necesidad de civilizar el Rif. Para ello preparó a sus hijos. Yo, que era un niño, fui enviado a Málaga a un colegio, donde cursé Bachillerato y la carrera de maestro normal, siendo mandado a Madrid después a estudiar para ingeniero. Mi hermano, ya mayor, abogado y sacerdote árabe, marchó a Melilla. Mi padre, considerando que lo que se proponía había de conseguirlo con la ayuda de una nación europea, escogió a España, la más próxima y la de carácter más parecido al nuestro. Quería una unión con ella y preparaba la aceptación del protectorado, de un protectorado de verdad. Este había de ser conservando a los moros sus usos, sus costumbres y sus leyes, y la ocupación miitar poniendo las fuerzas al servicio de las autoridades indígenas. Eso esperaba mi padre, pero vio que era lo contrario. Y vio que era, además, con arbitrariedades, con abusos, con atropellos. Protestó entonces ante los gobernantes de España y de Marruecos. La contestación fue decirle que se pusiera en manos de Jordana. Se negó y encarcelaron a Mohamed. (...) Vuestros soldados salieron de Annual y tomaron Abarrán. Atacamos la posición apenas colocada, y la tomamos en el día. Los moros que estaban con vosotros se limitaron a huir. La orden de atacaros no era hasta después de tomar Annual. (...) Mi hermano dirigió el ataque, que duró cinco días. Cortamos el camino entre Annual y Sunma. En seguida vino el intento de auxilio, y al rechazarse este, la evacuación. (...) Nosotros no queríamos pasar la línea del Kert, y establecer allí la frontera; pero al ver que las cabilas sometidas se excedían en acometividad y en furia, temimos que asaltasen Melilla. Hubiera sido horrible. La Humanidad entera se hubiera horrorizado ante un saqueo así, con los incendios, las violaciones y los asesinatos consiguientes. Mi hermano lo comprendió, y envió a este con tres caídes y seiscientos hombres para evitarlo. En el Gurugú estuvieron una semana protegiendo Melilla, hasta que estableció Berenguer la línea defensiva. (...) El protectorado, que un día creímos aceptable, hoy sabemos que no lo es. Ni una posición, ni un soldado. (...) Una unión de intereses, en cambio, de modo que España quedase en nuestro territorio mejor que ninguna otra nación. Es el pueblo que más estimamos, pues sabemos que sus ideas y sus sentimientos son análogos a los nuestros. Os daríamos puntos de mercado y la preferencia para explotar las riquezas del país. Como hermanos os tendríamos entre nosotros. El Rif no ha combatido a los españoles, sino al partido imperialista que quiso avasallarle. A los trabajadores, a los comerciantes, no son a los que rechazamos, ¡son los que pedimos que vengan! "
Entrevista al hermano del Presidente Abd-el-Krim. Publicadas en el diario progresista La Libertad , (del 7 al 11 de agosto de 1923)
El historiador español Abraham Reolid complementa perfectamente lo que hasta ahora hemos visto: "Nunca el ejército español se había demostrado tan absolutamente inoperante como en lo acontecido en Marruecos. El desastre del 98 podía ser, hasta cierto punto, disculpado ya que España se enfrentaba contra una potencia emergente, los Estados Unidos. Sin embargo, en la guerra de Marruecos se demostró su incapacidad e improvisación frente a un enemigo al que se hubiera podido vencer sin dificultad usando la planificación, la táctica y la competencia de los mandos. [...] Posiblemente el capítulo más bochornoso de todos fuera el de Monte Arruit, donde ni políticos ni militares supieron reaccionar ni estar a la altura de las circunstancias. Monte Arruit es una mácula que permanecerá de por vida en el ejército español."
Por su parte Marvin Donovan concluye su estudio sobre el Desastre de Annual con estas palabras: "España quiso afrontar un proyecto para el que no estaba en absoluto preparada y pagó con creces su osadía, aunque los hombres de Krim no eran soldados profesionales infligieron a España una derrota histórica dentro del militarismo colonial."
Al escuchar las terribles noticias procedentes de Annual y Monte Arruit el mariscal Lyautey, comandante francés y experto en campañas coloniales comentó: "El soldado español, que es tan valiente como sufrido, podrá conocer mejores épocas bajo otros mandos".
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2013 04 06, 8:18 |
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Bona
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 Re: El desastre militar del Monte Arruit
LA DESPEDIDA DEL SOLDADO.
En la primavera de 2012, en excavaciones en lo que antaño fue el fortín español de Monte Arruit (a unos 30 km de Melilla) apareció el cuerpo momificado de un soldado español. Según cuentan los arqueólogos y antropólogos, las condiciones climáticas de la zona han hecho posible la buena conservación del cuerpo así como la de alguna de sus pertenencias y restos del uniforme. Entre sus pertenencias destaca una pitillera de cuero y metal con las iniciales P.G., una foto de una mujer joven, una pequeña moneda de plata con la efigie de Alfonso XIII y una extensa carta todavía legible. Todos los indicios, y sobre todo por el lugar del hallazgo y datación de la carta, apuntan a que este hombre fue una de las víctimas de la matanza de españoles acaecida el 9 de agosto de 1921 en Monte Arruit. Es uno de los episodios más lamentables ocurridos en la Guerra del África. Los investigadores quedaron asombrados al leer la carta que portaba este soldado. El papel amarillento, compuesto por dos páginas y doblado por la mitad estaba metido en un sobre. Los datos personales no han sido revelados por las fuentes investigadoras. En el sobre dice: Hermano de armas, si lees esto será porque yo habré muerto. Por favor, cumple la última voluntad de este soldado español que ha caído por la Patria y haz llegar esta carta a María [....…] que vive en Málaga en la calle [.....…]. Sus padres se llaman Manolo y Antonia.
Carta. En la carta se puede leer: Mi dulce María, Nunca pensé escribir esta carta, pero lo preocupante de la situación me lleva a ello. Llevamos días atrincherados y defendiendo Monte Arruit, apenas tenemos agua y comida. Los moros nos cercan y nos hacen fuego, cada día tenemos nuevas bajas, ya sea por causa enemiga o por efecto del calor, y no tenemos medicamentos ni medios de asistencia sanitaria. Según dicen, el General Berenguer le ha prometido a Navarro que mandarán refuerzos desde Melilla, pero la ayuda nunca parece llegar. Hay descontento y pesar entre los hombres aquí. Hay rumores fiables de que se negociará la rendición de la plaza, pero no sabemos mucho más al respecto. No sé qué pasará, hemos pasado muchas penurias en esta maldita guerra, pero como la de Monte Arruit no la he vivido. Ya se sabe como actúan los moros y tengo mucho miedo por lo que pueda pasar, estamos prácticamente a su merced y no creo que podamos resistir mucho más el hostigamiento al que nos someten. En el campamento tratamos de animarnos los unos a los otros; por su parte, día tras día, los oficiales nos recuerdan lo que implica ser un soldado español con arengas patrióticas, pero lo que más nos reconforta, dentro de lo que se puede, es la camaradería que hacemos todos en estos difíciles momentos. La verdad que no sé por qué te estoy contando esto, supongo que por egoísmo al desahogarme con este papel. No quiero robarte más líneas, ya que esta carta es para ti: la dulce niña de mis ojos, mi morena, mi malagueña, mi razón de vivir, mi anhelo, la estrella que me guía en las noches, la única persona por la cual suspiro día tras día y me reconforta pensar que pronto te veré, que pronto te abrazaré, que pronto te besaré y que pronto me casaré contigo. Dios sabe lo mucho que te quiero. Aún me acuerdo de la primera vez que te vi, con aquel vestido azul, tu pelo negro azabache recogido en un coco, esos ojos verde esmeralda que son capaces de cegar más que este sol africano y convertir a cualquier hombre en estatua de sal con sólo regalarle una mirada tuya. Me acuerdo de la canasta de mimbre llena de pescado que llevabas pues venías del mercado y como yo, apoyado en la pared de la calle de mi casa, quedé absorto ante tu belleza. Te eché un piropo cuando pasaste por delante mía, no pensé que me hicieras caso, ya que tal hermosura tiene que estar acostumbrada a que te los digan, pero giraste tu preciosa cara, me miraste y me sonreíste. Bendito piropo aquel. Te pedí acompañarte a casa para hablarte por el camino y me lo permitiste. Desde entonces fuimos inseparables, me costó que tu padre me aceptara, pero ya sabes que la insistencia siempre ha sido mi virtud. Aún me tiemblan las piernas cuando me acuerdo de aquel primer beso que te robé en la puerta de la casa de tu tía, se nos paró el mundo alrededor en ese instante. En fin, hay tantas cosas que podría contar… Seguro que mientras lees esto estás esbozando una sonrisa. En estas líneas que llevo hablando de ti se me ha olvidado momentáneamente todo lo que estoy pasando aquí. Siempre serás mi mejor medicina y el remedio de todos mis males. Ya sabes que al comienzo de esta carta te dije que nunca pensé escribirla. Es de despedida, mi amor. Si recibes esta carta será porque yo ya no estaré. No quiero ser egoísta y por ello te pido que no me guardes luto, que no te apenes por mí, que rehagas tu vida lo más pronto posible y que no me eches en falta pues yo siempre estaré contigo en cada momento de tu vida. Que seas muy feliz y que hagas realidad todos tus sueños, ya que los míos se cumplieron cuando me dejaste amarte. Quiero que sepas que mis últimos pensamientos son para ti y que siempre te querré y cuidaré allá donde esté. Monte Arruit a 8 de agosto de 1921. De tu soldadito, Pedro.
Según narran las fuentes investigadoras, el 9 de agosto el General Navarro parlamentó la entrega de Monte Arruit con los jefes tribales marroquíes. Las condiciones fueron que los españoles entregaban las armas y saldrían del fortín sin hostigárseles y, además, se proporcionaría transporte a los heridos. Así pues, los soldados españoles desarmados comenzaron a salir de Monte Arruit en columna, pero al poco tiempo los moros, de manera inesperada, atacaron a los españoles desde distintos flancos produciéndose una enorme matanza. De un contingente de 3000 hombres, sólo 60 lograron sobrevivir. A veces el destino y la suerte se unen. Aunque no ha sido fácil, según revelan los investigadores, se ha podido localizar a familiares de la destinataria (María) de la carta. Antonio, un nieto de ésta mujer ha contado que su abuela, aunque se casó años después de lo acontecido en Monte Arruit, siempre tuvo en su mesita de noche la foto de un joven soldado con un rosario sujeto en la esquina del marco. Durante muchos de años, incluso ya casada y con hijos, día tras día acudía al puerto de Málaga con la esperanza de que llegara el barco que habría de traerlo. Mi abuelo siempre respetó a mi abuela y supo que jamás ocuparía el puesto de aquel primer novio. No obstante, fueron un matrimonio feliz. Falleció en 1987, a la edad de 85 años. Pidió ser enterrada con la foto de su primer amor y el rosario entre las manos.
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2013 11 29, 3:27 |
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Bona
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Registrado: 2011 10 29, 7:44 Mensajes: 44689
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 Re: El desastre militar del Monte Arruit
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2014 01 22, 1:30 |
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Bona
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 Re: El desastre militar del Monte Arruit
Uf...aqui hay mucho tema por analizar,estoy leyendo ahora mismo un libro titulado " De la guerra de Marruecos y el combate que no debio ser " y tela de lo que se va uno enterando ya que en el libro hay unas cartas mandadas por un segundo Tte recien salido de la academia que les mandaba a la familia....Me refiero que no es el tipico libro de los que se escribieron llenandolos de tinta...
Poco a poco lo comentaremos cuando lo termine de leer...
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2014 05 19, 10:55 |
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JesusC72
Registrado: 2012 09 05, 2:32 Mensajes: 12
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 Re: El desastre militar del Monte Arruit
Gracias por comentar la existencia de ese libro, no lo conocia y acabo de descubrir que se puede descargar desde la web del Ministerio de Defensa: http://www.portalcultura.mde.es/Galeria ... ruecos.pdf
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2014 05 19, 11:04 |
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Bona
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 Re: El desastre militar del Monte Arruit
Efectivamente,yo tambien lo acabo de descubrir buscando otra cosa...a mi me lo mando un amigo...voy a intentar sacarlo y copiarlo y lo coloco por aqui... http://www.portalcultura.mde.es/Galeria ... ruecos.pdf
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2014 05 19, 11:38 |
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Bona
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 Re: El desastre militar del Monte Arruit
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2014 05 19, 12:39 |
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Bona
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 Re: El desastre militar del Monte Arruit
Por si no lo encuentras o mientras lo encuentras lo estoy pasando aqui........ topic1549.html ... Se que es mas costoso leerlo en el ordenata pero bueno,no puedo hacer otra cosa...
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2014 05 19, 3:31 |
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adydenisa
Registrado: 2014 05 30, 11:46 Mensajes: 20
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 Re: El desastre militar del Monte Arruit
buscando por internet encontre este documental,creo que merece la pena verlo espero que no se repita mas el desastre de annual. https://www.youtube.com/watch?v=LP0Nhl0yIQQ
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2014 06 08, 7:48 |
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adydenisa
Registrado: 2014 05 30, 11:46 Mensajes: 20
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 Re: El desastre militar del Monte Arruit
extremecedor,pero eran ellos o nuestros militares.Es una pena que la mayoria de los españoles no conozcan esta historia,yo la he conocido gracias a que encontre este foro por casualidad,y eso que hice la mili en melilla
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2014 06 10, 1:30 |
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Bona
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 Re: El desastre militar del Monte Arruit
 En la Navidad de 1924 visitó Melilla Francisco Casals, creador del llamado Aguinaldo del Soldado, una iniciativa para recaudar dinero con destino a los soldados de África. El Sr. Casals (1), acompañado del director de la Escuela General y Técnica (antecedente del Instituto de Melilla) Leopoldo Queipo (2) y de varios alumnos de esta, visitó el cementerio de Monte Arruit, depositando flores en las tumbas de los soldados allí enterrados.

Francisco Saro Gandarillas (Foto de Zarco)
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2014 11 20, 8:39 |
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Bona
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 Re: El desastre militar del Monte Arruit
 share imageMonumento a Monte Arruit
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2015 02 12, 12:07 |
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Bona
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Registrado: 2011 10 29, 7:44 Mensajes: 44689
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 Re: El desastre militar del Monte Arruit
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2015 04 25, 12:00 |
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Bona
Administrador
Registrado: 2011 10 29, 7:44 Mensajes: 44689
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 Re: El desastre militar del Monte Arruit
Antigua aguada del ejército en Monte Arruit, lo único que queda del tiempo del desastre.
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2015 05 16, 12:50 |
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Bona
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 Re: El desastre militar del Monte Arruit
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2015 05 16, 1:06 |
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