Tizzi Azza
La situación de intranquilidad que persistía en la línea de Tizzi Azza no tardó en producir las naturales consecuencias en otro rudo combate.
Acerca de él se facilitó en el Ministerio de la Guerra el siguiente parte oficial: “El Alto comisario [(1.922 – 1.923) Ricardo Burguete Lana
(1.871–1.937)] a ministro de la Guerra [(1.923) Antonio López Muñoz, (1.850 – 1929). I Conde de López Muñoz]. Desde Melilla, comunica
a las tres horas de esta madrugada (1 junio de 1.923) lo siguiente: Al llevar hoy un convoy a Tizzi Azza, se entabló combate con enemigo,
que se calcula en 2.000 y ocupaba los barrancos. El convoy se realizó, habiéndose ya replegado las tropas, las que han experimentado las
siguientes bajas: teniente de la mehal-la del Rif Antonio Aláez y alférez del Tercio Yanti, muertos. Heridos leves: alférez del Tercio Carlos Luis
García, José García Esteban, Salvador Marín y Juan Pérez, y alférez de Regulares de Melilla Natalio Cortés. Bajas de tropa, alrededor de 100,
entre muertos y heridos, la mayoría indígenas”.
La Prensa publicó, además lo siguiente: “En el último ataque a Buhafora resultaron heridos el suboficial del regimiento de San Marcial Gabriel
de la Riva Galán, los soldados de la misma unidad Ventura Encarnación y Jaime Riera y el sargento de la Comandancia de artillería José Infante,
en el convoy de ayer tuvimos los siguientes heridos: del Tercio: cabo José Martínez y soldados Pedro Portland, Joaquín Burguete, Adolfo Lafuente,
Ignacio Arde, Francisco Puig, Donato Valero y Francisco Mutto; de Regulares de Melilla: cabo Secundino Argüelles , un indígena y otros tres del
grupo. Anoche después de regresar a las posiciones las tropas que habían protegido el convoy, los moros prepararon un ataque sobre tres lugares
distintos: Buhafora, zoco de Tarfesit y oficina indígena de Dris – Er – Riffi”. La acción fue importante y el triunfo muy costoso. Los moros hacían
poco caso de las promesas de protectorado civil.
