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20 años de la suspensión de la mili
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Bona
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 20 años de la suspensión de la mili
21/03/2021
¡Rompan filas!: 20 años de la suspensión de la mili
Han pasado dos décadas del final del Servicio Militar Obligatorio, una época cuyo epicentro en Castellón fue el acuartelamiento Tetuán 14. Tres exreclutas recuerdan cómo fueron sus días en aquel Regimiento.

Su nombre oficial era Servicio Militar Obligatorio, pero todo el mundo le llamaba la mili. Y como ocurre con la feria, la mili cada uno la recuerda y la cuenta según le fue. Para unos fue un espacio en blanco, un fastidio, una pérdida de tiempo... Para otros fue todo lo contrario y recuerdan con orgullo la época en la que se raparon el pelo, vistieron de uniforme, comieron rancho y juraron bandera. También están los que se negaron a hacerla, los insumisos, los objetores de conciencia que optaron por la denominada prestación social sustitutoria con tal de no verse con un fusil al hombro y no escuchar expresiones como ¡Firmes! o ¡Rompan filas! La mili no deja a nadie indiferente y eso que hace ya dos décadas que pasó a la historia. Este mes de marzo se cumplen veinte años desde que el Gobierno anunciara la suspensión de un servicio que estuvo vigente en España durante un total de 231 años y en el que Castellón tuvo un papel protagonista.
Cuando en marzo del 2001 el entonces ministro de Defensa, Federico Trillo, pronunció las palabras «Señores, se acabó la mili» se puso punto y final a un Servicio Militar Obligatorio que durante CASI 100 años se prestó en Castellón. Primero fue en el antiguo convento de San Francisco y, a partir de 1953, en el acuartelamiento Tetuán 14 . “Fue en 1904 cuando el Regimiento de Infantería Tetuán 14 se trasladó a Castellón y ahí permaneció hasta 1995, cuando el Regimiento abandonó la ciudad y se trasladó a Bétera como consecuencia de la aplicación del Plan Norte”, explica el coronel en la reserva Ricardo Pardo, miembro del Aula Militar Bermúdez de Castro de Castellón, una de las personas que mejor conoce la historia militar de la provincia y que prepara para final de año una exposición sobre los veinte años de la suspensión de la mili.
La mili al lado de casa Durante todo ese tiempo, entre 1.000 y 3.000 reclutas juraron bandera cada año en la ciudad. Y eso, lógicamente acabó repercutiendo en la economía local. Muchos vecinos del barrio de San Agustín y San Marcos todavía recuerdan como cada tarde, vestidos de uniforme, salían a la calle cientos de reclutas para llenar los bares y tiendas de la ciudad. «Que el Regimiento estuviera en Castellón durante tantos años tuvo un gran impacto económico y, además, permitió que muchos jóvenes de la provincia pudieran hacer el Servicio Militar Obligatorio al lado de casa», añade Pardo.
El coronel Manuel Monzó Ramón, subdelegado de Defensa en Castellón, también pone en valor el hecho de que el Regimiento de Infantería Tetuán 14 estuviera casi un siglo unido a la provincia. “El Regimiento se sintió parte de esta ciudad y de esta provincia y, ese sentimiento de pertenencia y aprecio fue recíproco», sentencia el Monzó, mientras recuerda que «un muy importante grupo de militares y sus familias provenientes de todos los rincones de España decidieron asentarse y desarrollar sus vidas en Castellón».
Para muchos jóvenes de la provincia que les tocara por sorteo hacer la mili al lado de casa tenía sus ventajas. Y no eran pocas. Casi todos los reclutas de la provincia que estuvieron en Tetuán 14 pidieron el pase de pernocta que, en la práctica, permitía ir todos los días a dormir a casa. Manuel Moliner fue uno de ellos. Este vecino de la Vall d’Uixó hizo la mili entre mayo de 1987 y mayo de 1988. «Había cinco reemplazos y a mí me tocó el tercero. Tenía 19 años y recuerdo que todos los días tenía que viajar desde la Vall a Castelló. A la siete de la mañana había que estar en el cuartel y entonces no tenía coche, así que me tocaba buscarme la vida y quedar con otros compañeros», explica.
Manuel era un gran aficionado al ciclismo y en el cuartel había un equipo. «Los brigadas Rovira y Calero tenían una gran pasión por la bicicleta y como yo también era un gran aficionado, entré a formar parte del equipo. Hacíamos competiciones tanto a nivel comarcal, como provincial y autonómico», añade Manuel que guarda muy buenos recuerdos de su paso por el cuartel Tetuán 14. «Aprendí valores que ya nunca se olvidan, como el compañerismo y el respeto a los mandos», asegura.
Durante el año que duró su servicio militar, Manuel fue arrestado una vez. «Era el encargado de las duchas y, cuando me iba a casa, le dejaba las llaves de los baños a un compañero. Recuerdo que una noche me llamó a casa el capitán con un cabreo monumental pidiendo explicaciones de porqué no estaba en el cuartel a la hora de las duchas. Esa noche no pegué ojo. Al día siguiente me cayó un buen rapapolvo y permanecí dos semanas arrestado», explica.
Si hubiera podido elegir destino, Abel Martínez se habría decantado por hacer la mili lejos de Nules, su ciudad natal, Pero la bola del sorteo quiso que su destino fuera el Regimiento Tetuán 14. «Una vez juré la bandera ya pude dormir en casa, aunque recuerdo que los dos primeros meses fueron muy duros. Un no parar», explica Abel que hoy tiene 49 años (cuando hizo la mili contaba con 19) y profesionalmente se dedica al sector de la energía eólica.
La pequeña legión Buena parte de la mili, Abel la pasó condiciendo una tanqueta BMR. «Llevaba a los compañeros a hacer maniobras, sobre todo a Montaña Negra y a Els Ibarsos», cuenta este exrecluta que también guarda muy buenos recuerdos de sus meses en Tetuán 14. «Lo mejor era que conocías a mucha gente y con los compañeros entablabas una relación muy bonita".
El cuartel de Castellón tuvo fama de ser un destino muy duro e incluso muchos le llamaban la pequeña legión . El coronel Ricardo Pardo desmiente que la instrucción en Tetuán 14 fuera más severa que en otros lugares. «Decían que era durísimo, pero la realidad es que era un Regimiento como otro cualquiera. Había mandos más duros y otros no tanto, igual que ocurre en todas las empresas, donde hay jefes más exigentes y otros que no lo son tanto», argumenta el coronel.
Jorge Llago fue otro de los reclutas que hizo la mili en el cuartel de Castellón y también recuerda la mala fama que tenía Tetuán 14. «Fui voluntario, así que elegí realizarla en mi ciudad», cuenta este castellonense que hoy reside en Serra d’Engalcerán. «Acabé BUP y, como quería quitarme de encima la mili lo antes posible, fui voluntario», explica Jorge que realizó el servicio militar entre 1982 y 1983, unos meses que aprovechó para sacarse el carnet de conductor de camión con remolque y el título de cabo . «La mili tenía cosas muy positivas. Aprendías mucho y también valorabas más las cosas. ¿Lo negativo? Que ese año vi los castillos de las fiestas de la Magdalena desde el cuartel», apostilla.
Veinte años después de su suspensión, Jorge es de lo que piensan que una mili de seis u ocho meses no le vendría mal a nadie. «Lo mejor era el compañerismo. Había reclutas de todas las provincias y, casi 40 años después, aún mantengo contacto con alguno de ellos», explica Jorge que pese a residir en Castelló permaneció mucho tiempo en el cuartel. «Solo había ocho conductores de camiones con remolque. Recuerdo que participamos en la extinción de varios incendios forestales y fuimos a repartir mantas y comida a Tous, devastado por la pantanada», añade.
Quienes formaron parte de la familia de Tetuán 14 se sienten orgullosos de ello y la ciudad también lo está de unas instalaciones, hoy municipales, que son la sede de la Policía Local. «Los jóvenes de entonces, hoy padres y abuelos, guardan muy buenos recuerdos de su paso por el Regimiento, que sienten como suyo y eso se trasmite de generación en generación», apunta el subdelegado de Defensa, que vincula gran la vocación militar que existe en la provincia con la presencia del Regimiento. https://www.elperiodicomediterraneo.com ... KWZ2H3oFSQ
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2021 03 22, 12:27 |
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Bona
Administrador
Registrado: 2011 10 29, 7:44 Mensajes: 44689
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 Re: 20 años de la suspensión de la mili
Veinte años sin la 'mili de los quintos'
 Reclutas en el antiguo cuartel de San Fernando, en 1974.
El servicio militar obligatorio se suprimió, gracias a la presión de CiU, el 9 de marzo de 2001
Detrás de la mili hay multitud de historias de todo tipo: desde las más eufóricas y positivas hasta las más deprimentes y detestables. Todo un abanico de sensaciones que impactó a millones de jóvenes, pues el servicio militar obligatorio se prolongó nada menos que durante dos siglos.
Para encontrar su origen hay que remontarse al final de la Guerra de Secesión Española, en 1770, cuando el rey Carlos III, para compensar la escasez de tropas, estableció el reclutamiento obligatorio -pese a ser tremendamente impopular- y uno de cada cinco jóvenes (de ahí la expresión los quintos) tenían que incorporarse a filas. El enganche entonces era de 15 años, los elegidos debían tener entre 16 y 40 años y medir más de 1,40 metros.
La teoría era que se buscaba enseñar aptitudes militares a miles de jóvenes cada año para engrosar la lista de reservistas y disponer de banquillo en caso de precisar un reclutamiento masivo ante un hipotético conflicto armado, muy habitual en aquellos tiempos.
Sin embargo, con el paso de los años, la tensión bélica se fue amortiguando y la mili pasó a estar vinculadas a expresiones que ya forman parte del repertorio nacional: "Sales hecho un hombre" o "ahí te enseñan lo que es de verdad la disciplina".
DURACIÓN. Hasta 1968, la mili duraba dos años, pasando entonces a los 18 meses; en 1984 se rebajó a un año y en 1991 se estableció en 9 meses.
Desde el sorteo de quintos para conocer su destino hasta la jura de la bandera, los reclutas pasaban por un sinfín de experiencias que, en muchos casos, acabaron marcando sus vidas: los madrugones, cortarse el pelo al cero, las noches al raso, las novatadas o incluso los arrestos por desobediencia.
Para millones de jóvenes, aquellos meses de cuartel y maniobras sirvieron para conocer gente nueva y salir de sus pueblos por primera vez. Los casos más especiales eran los de quienes acudían no solo sin experiencia militar sino también académica y era en la mili donde aprendían a leer y escribir.
La otra cara de la moneda la representante aquellos jóvenes que se veían obligados a pausar sus estudios o incluso a perder su trabajo. Sin olvidar que la mili implicaba una serie de riesgos, tanto es así, que desde 1986 hasta 2001 fallecieron 1.960 personas mientras realizaban el servicio militar.
EL CIR Nº 13. Lo más cerca que tenían los mozos pontevedreses para completar su formación militar era Santa Cruz de Parga, en Lugo (hoy en día sigue siendo escenario de maniobras de la Brilat). Pero en enero de 1967 se puso en marcha en Figueirido el Centro de Instrucción de Reclutas número 13 .
Cuatro meses antes, en la notaría de Pablo Egerique, Filgueira Valverde y Ángel Urbez firmaban el documento por el que el Concello de Pontevedra le cedía los terrenos al entonces Ministerio del Ejército. Eran 140 hectáreas de monte comunal de San Martiño (Salcedo) que, sumadas a las 60 que ya eran de uso militar, totalizó las 200 hectáreas.
El CIR nº 13 se mantuvo operativo hasta el domingo 17 de enero de 1988, cuando acogió el último acto de jura de bandera para ceder el cuartel a la Brigada de Infantería Aerotransportable, comandada por el general Emilio Bonelli.
Los miles de soldados que se adiestraron entre esos muros aún recuerdan, a día de hoy, su paso por aquella mili marcada por la rudeza de algunos mandos, la férrea disciplina y los estrechos lazos de amistad forjados entre imaginarias, desfiles, retretas y visitas a la cantina. Numerosos blogs y foros de Internet se han convertido en cuadernos de bitácora donde los saltos en el tiempo han propiciado no pocos reencuentros y rescatado vínculos que se creían perdidos.
OBJETORES E INSUMISOS. En los años 70, con el inicio de la Transición, los insumisos que se negaban a realizar la mili por sus ideales antimilitaristas y pacifistas se hicieron cada vez más populares. Quienes se negaban a prestar el servicio militar eran detenidos y encarcelados, pero la cantidad de insumisos y objetores de conciencia crecía tanto cada año que a finales de los 80 solo se detenía al 8,5 % y la estancia media en prisión no pasaba de 18 días.
Todo cambió en 1996, con el Paco del Majestic. Jordi Pujol puso como condición la supresión del servicio militar obligatorio para garantizar el apoyo de CiU a la investidura de José María Aznar, quien aceptó la exigencia. El 9 de marzo de 2001 se firmó el decreto y el 31 de diciembre la mili de los quintos pasó a la historia.
El CIR nº 13 se traslada de Parga a Figueirido en 1967 La revista de la octava Región Militar, Finisterre, daba cuenta, en la primavera de 1967, del estreno en Figueirido, en enero de ese mismo año, del campamento de instrucción hasta entonces ubicado en Santa Cruz de Parga (Lugo). "En este paradisíaco rincón gallego en el que se conjugan las cálidas brisas marinas portadoras de yodo con el suave perfume de pino y eucalipto abundan varias clases de árboles. Nos encontramos ante un campamento que reúne todas las condiciones necesarias de situación. Clima, fácil acceso y suficientes comunicaciones. Estas cualidades son indispensables para llevar a cabo una completa instrucción de reclutas", recogía la publicación.
https://www.diariodepontevedra.es/artic ... ih6Fl_MAuQ
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2021 03 22, 1:54 |
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Bona
Administrador
Registrado: 2011 10 29, 7:44 Mensajes: 44689
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 Re: 20 años de la suspensión de la mili

SORTEO, EL ORIGEN DE LOS QUINTOS. Los nuevos reclutas eran conocidos como quintos, debido al sistema implantado en el siglo XVIIII para elegir quién debía hacer la mili y quién se libraba: uno de cada cinco, elegidos aleatoriamente mediante un bombo. El sorteo despertaba una enorme expectación, como se aprecia en la imagen.

FIGUEIRIDO, CUNA DE LOS NUEVOS SOLDADOS. Las privilegiadas instalaciones de la base General Morillo justificaron la reubicación del CIR que había en Parga. Los primeros llamados a fi las procedían del reemplazo de 1966 y se alistaron en el segundo batallón. Desde entonces, la formación de los nuevos soldados quedó asociada a Figueirido.

FERROL, SANTO Y SEÑA DE LA ARMADA. El Centro de Instrucción de Marinería de Ferrol se encargaba de adiestrar a los jóvenes reclutas, muchos de los cuales vieron en la carrera militar una excelente salida laboral y decidieron profesionalizarse, una vez cumplido el periodo obligatorio. La Escuela Naval, entre los destinos más solicitados.

COLOFÓN, EL GRAN MOMENTO DE JURAR BANDERA. Era el colofón a intensos meses de adiestramientos, esfuerzos, compañerismo, anécdotas y algún que otro castigo. Jurar la bandera era el momento soñado por unos jóvenes que habían iniciado la mili como reclutas y salieron convertidos en soldados del Ejército español.
"Los actuales aspirantes tienen cada vez mayor nivel académico" El reclutamiento actual no tiene nada que ver con la vieja mili. El ingreso en las Fuerzas Armadas se realiza ahora por concurso oposición y las vacantes varían cada año, en función de las bajas que se produzcan por jubilaciones y pases a la reserva, y del refuerzo que quiera aplicar en cada momento el Ministerio de Defensa. Este año, por ejemplo, se han convocado algo más de 3.000 plazas.
El proceso selectivo consta de dos fases: una primera prueba teórica que, una vez superada, se debe complementar con un reconocimiento médico y unos desafíos físicos.
Desde la Subdelegación de Defensa de Pontevedra se coordina la selección de la tropa para esta provincia y la de Ourense (el otro centro gallego está en A Coruña) y su responsable es el capitán de fraga César Barros Fraga.
Debido a la avalancha de candidatos, resulta imposible (por espacio y por logística) convocar a todos al mismo tiempo, por lo que "vamos citándolos en distintas oleadas y, en primer lugar, se les valoran los méritos (estudios, nivel inglés, carné de conducir, ser deportista de alto nivel o haber pertenecido anteriormente a las FF AA). A continuación, realizan una prueba, que mide siete aptitudes distintas, y obtienen una puntuación final, con la que se van para casa. Al terminar la fase de selección en toda España se fija una nota de corte según las vacantes (suele llamarse a tres personas por plaza) y quienes la haya superado deben pasar unas pruebas físicas y el reconocimiento médico. Y después a esperar la llamada".
FUTURO LABORAL. El interés por buscar en las Fuerzas Armadas una salida laboral va parejo a las épocas de crisis. Cuanto más decae la oferta de empleo en el mundo civil, más crece la lista de aspirantes a nuevos reclutas.
Ocurrió entre los años 2010 y 2013 (justo después del cataclismo económico de 2008) y se vuelve a repetir ahora por la debacle provocada a todos los niveles por el coronavirus. "En nuestra área manejábamos unas 900 solicitudes cuando en época de bonanza no solían superar las 500", explica César Barros.
Un boom que se traslada a toda la geografía nacional. "El banquillo de aspirantes fluctúa con el estatus de la sociedad, por lo que es previsible que en próximos años tengamos más repuntes", agrega.
El requisito básico para ingresar en el Ejército o la Armada es no superar los 29 años y haber aprobado la ESO. Sin embargo, cada vez se detecta una mayor preparación entre los aspirantes, conocedores de que para poder hacer carrera es preciso contar con una mínima formación académica.
El personal de tropa debe ir renovando sus compromisos y, llegado el momento, se debe replantear su futuro: o promocionar y consolidarse o abandonar. "Pero para poder optar a la escala de suboficiales, deben tener como mínimo el Bachillerato y por eso ha aumentado el nivel de estudios con el que llegan los reclutas. Antes tal vez era un 70% el porcentaje de gente que tenía solo la ESO y ahora no llega al 50%", aclara el capitán de fragata.
Como curiosidad cita que "aunque son menos, también llega gente con carreras universitarias que buscan promocionar directamente a oficiales". https://www.diariodepontevedra.es/artic ... ih6Fl_MAuQ
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2021 03 22, 2:04 |
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Bona
Administrador
Registrado: 2011 10 29, 7:44 Mensajes: 44689
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 Re: 20 años de la suspensión de la mili
EL ÚLTIMO SOLDADO DEL SERVICIO MILITAR OBLIGATORIO

Nos ha llegado la triste noticia del fallecimiento del Infante de Marina D. Juan Manuel Igualada Durán, que estaba ingresado en el Hospital Gómez Ulla de Madrid desde hace 27 años en estado vegetativo persistente. Natural de Cuenca, prestaba servicio en Ferrol y durante la realización de unas maniobras en la Comunidad de Madrid sufrió un accidente que le llevó a tal estado. Milagros Durán, su madre, abandonó su trabajo, dejó su vida en Cuenca y se ha mantenido a su lado durante todos estos años. Tras 27 años de servicio militar obligatorio, situación administrativa en la que se le mantuvo para seguir siendo atendido por la Sanidad Militar, nos ha dejado. Nuestro homenaje a este Soldado y nuestro respeto y cariño hacia esa admirable madre. La fotografía fue publicada por su familia.
Descanse en Paz.

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2022 02 17, 12:06 |
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Fran
Registrado: 2023 04 14, 12:12 Mensajes: 12
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 Re: 20 años de la suspensión de la mili
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2023 05 31, 8:42 |
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Fran
Registrado: 2023 04 14, 12:12 Mensajes: 12
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 Re: 20 años de la suspensión de la mili
 “Señoras y señores, se acabó la mili”. Estas palabras fueron pronunciadas un 9 de marzo de 2001 por el entonces ministro de Defensa, el popular Federico Trillo. Una frase histórica con la que se anunciaba que ya no habría más llamadas a filas y que el servicio militar obligatorio concluiría el 31 de diciembre de ese año.   Varios jóvenes en su primer día de mili en 1999
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2023 05 31, 8:46 |
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